Pitágoras: "Una bella ancianidad es, ordinariamente la recompensa de una bella vida."

Prof. Dra. Adela Beatriz Kohan

Psicogerontóloga, Psicogeriatra y Logoterapéuta

Alfredo Bufano 3189
Castelar, Prov. Buenos Aires
Argentina
Teléfono: 4624-7678 - Cel 011 15-5888-1350

adelakohan_69@yahoo.com

contador de visitas  Visitas a la web

"Se debe fomentar el pensamiento positivo sin dejar que factores como la ansiedad, la depresión o el miedo irracional interfieran en el quehacer cotidiano de los adultos mayores, el envejecimiento no tiene por qué ser estresante"

“Las Personas Mayores son la memoria de un pueblo y maestros de la vida. Cuando una sociedad no cuida a sus ancianos niega sus propias raíces y simplemente sucumbe”

Escuela de Ciencias del Envejecimiento

Colaboraciones

La vejez en las Américas

11.07.2014 23:42
Elementos: 1 - 3 de 14
1 | 2 | 3 | 4 | 5 >>

Os puede interesar

Cómo mejorar la memoria

21.07.2014 15:22
La pérdida de memoria es algo que con frecuencia nos preocupa bastante, mucho más a partir de cierta edad. Por el contrario, gozar de una buena...
La hiporexia es la pérdida o disminución parcial del apetito diferenciándose de la anorexia, que es la pérdida total del apetito. La escena...
Gozar de familia y amigos, no sufrir depresión y poder realizar las tareas cotidianas son factores que acercan a la felicidad Un reciente estudio...
Elementos: 1 - 3 de 24
1 | 2 | 3 | 4 | 5 >>

Ray Kroc o el triunfo de la constancia (sin que importe la edad)

Ray Kroc o el triunfo de la constancia (sin que importe la edad)

Al llegar a los 50 años el vendedor de electrodomésticos, el estadounidense Raymond Albert Kroc –de ascendencia checa-, se sentía totalmente frustrado y abatido.

Desde que siendo un niño, su padre lo llevara a la consulta de un vidente que le vaticinó un futuro brillante en lo personal y exitoso en lo económico, jamás dejó de soñar con el cumplimiento de aquella extraña “profecía” que le convirtiera en un triunfador tanto en lo personal y lo social como además, en un famoso multimillonario Sin embargo, se encontraba muy lejos de conseguirlo si seguía vendiendo licuadoras llamando a las puertas de sus vecinos.

Cierto día llegó a su oficina un pedido que le llamó la atención: 8 licuadoras. ¿Quién podía necesitar ocho licuadoras-batidoras para hacer 40 batidos a la vez?, se preguntó a sí mismo. Tanto le picó la curiosidad que decidió hacer la entrega personalmente para, así, poder conocer a quiénes le hacían una compra tan excepcional. El caso es que siempre creyó que aquellas licuadoras que permitían preparar cinco vasos de jugo o batido de frutas simultáneamente iban a ser la clave de su éxito pues, el vidente, le vaticinó que su triunfo llegaría a través del sector de la alimentación.

¿Quién era Ray Kroc?

Ray –como se le llamaba amistosamente- nació el 5 de octubre de 1902 en una pequeña localidad del condado de Cook –junto al lago Michigan, dentro del estado norteamericano de Illinois-, llamada Oak Park, dentro el Área Metropolitana de Chicago. Desde bien chico mostró una capacidad natural para el emprendimiento en el mundo de los negocios, motivo por el cuál su padre lo había llevado para que lo visitara un vidente-sanador.

El pequeño Ray, que entonces cursaba estudios primarios –siempre destacó como un estudiante mediocre- faltaba a las clases para vender limonadas por las calles de Chicago. Una célebre frase de este gran emprendedor decía: “Si bien la educación formal es una ventaja importante, no es una garantía de éxito ni su ausencia es un obstáculo fatal”, lo que ya hacía presagiar cómo iba a ser su futuro años después.

Mintió con su edad –contaba entonces con 15 años- para poder alistarse voluntariamente como conductor de ambulancias de la Cruz Roja y participar, en 1917, en la I Guerra Mundial. Uno de sus compañeros con quien mantuvo una sincera amistad toda su vida fue Walt Disney a quien también le sonreiría el futuro profesional. El final de la guerra impidió que ambos viajaran a Europa.

En 1922, abandona los estudios y busca trabajo como vendedor en la Compañía Lily-Tulip Cup Co, una fábrica de vasos de cartón. Joven, ambicioso y deseoso de trabajar por largas horas, Kroc se convirtió rápidamente en el mejor vendedor de la empresa. Y, a pesar de su cansancio, hacia las cinco de la tarde, cuando la mayoría de la gente volvía presurosa  a su hogar, él, se presentaba en la emisora radiofónica WGES de Oak Park, de la cual era pianista oficial: su jornada terminaba a las 2 de la madrugada. Gracias a ello, en 1925 ya tenía su primer Ford T, mejores ingresos y algunos ahorros.

Mientras vendía los vasos de cartón conoció a Earl Prince, un cliente que había inventado una máquina licuadora pensada para hacer cinco batidos o jugos a la vez llamada Multimixer.

Kroc, que reconocía una oportunidad de negocio cuando la veía, quedó fascinado por la rapidez y eficiencia de la licuadora-batidora de Prince. Así, a los 37 años, abandonó la empresa de vasos y obtuvo –después de hipotecar su casa- los derechos exclusivos de la promoción y venta de la máquina. Pasó la siguiente década y cruzó medio país promoviendo la Multimixer a empresas del sector gastronómico y hostelero lo que le llevó a ser un gran conocedor de ese sector de negocio.

En los primeros años de la década de los 50, las ventas empezaron a disminuir pues la gente abandonaba el bullicio de las grandes ciudades para instalarse en las afueras residenciales donde la vida era más tranquila y segura.

Rumbo a California

Fue en esa época, que la venta de su producto estrella declinaba, cuando desde un pequeño restaurante del condado de San Bernardino, en California, ubicado en un parador sobre la famosa ruta 66, le hicieron aquel fabuloso pedido de ocho batidoras, que tanto le sorprendió e hizo crecer su interés por conocer a quienes podían ser capaces de vender 40 batidos simultáneamente, por lo que rápidamente hizo las maletas y se puso en marcha hacia California, hacia la costa del Pacífico donde le esperaban los hermanos Richard y Maurice McDonald quienes en 1940 habían inaugurado un novedoso lugar de venta de bebidas no alcohólicas, preferentemente sodas, colas, jugos y batidos y una comida rápida en base a carne de vacuno triturada y moldeada en redondo a la que le dieron el nombre de hamburguesa, todo ello acompañado de su famosa guarnición de patatas fritas cortadas al estilo francés.

Lo novedoso del sistema de los hermanos Dic y Mac, así llamaban a los hermanos McDonald, es que no utilizaban más que cubiertos, platos y vasos desechables por lo que no había loza que lavar, tampoco había servicio de mesas puesto que ni mesas había y por lo tanto no necesitaban personal que limpiara lo que los clientes ensuciaran. El sistema era, para la época, muy novedoso y sencillo. Se podía decir, incluso, que era un sistema revolucionario que rompía absolutamente con los cánones establecidos hasta aquellos momentos Los clientes llegaban a un mostrador, hacían su pedido y, en pocos minutos, se lo servían por lo que, al cliente, no le restaba más que pagar lo solicitado e irse. Más fácil imposible.

Un salto tan ansiado como definitivo

“El secreto de un buen vendedor reside en el delicado arte de conseguir que el cliente acepte hacer las cosas a tu manera”.

Esa era una de sus consignas favoritas dentro del mundo de los negocios, tal y como él los entendía, por lo que enseguida se dio cuenta de la potencialidad del novedoso sistema de producción lo que le llevó a aconsejar a los hermanos McDonald, autores de la novedosa idea, de que abrieran más sucursales en la ciudad e incluso, en el resto del país a lo que los hermanos “lumbreras” se negaron manifestando que “no les parecía ni una buena idea ni un ben negocio”.

Ante ese posicionamiento, Ray, les propuso hacerlo él en su nombre y vender franquicias de su sistema de producción por el resto del país cuestión que les pareció mucho mejor por lo que decidieron asociarse los tres en esa nueva empresa. Corría el año 1955 y, Ray, había cumplido ya los 52 años.

“La calidad de un líder se refleja en los niveles

de exigencia que fija para sí mismo”

En 1965, once años después del trato pactado con los hermanos McDonald, ya había abierto más de 700 sucursales franquiciadas por todo el territorio de los Estados Unidos, cotizaba en Bolsa y era multimillonario.

 

Si bien, el 5 de mayo de 1940, los hermanos McDonald fundaron su pequeño restaurante en San Bernardino, California, fue Raymond Albert Kroc quien, tras la ruptura con los anteriores, puso la semilla de lo que posteriormente se viene a conocer como la McDonald’s Corporation, un imperio en el mundo de la alimentación fast-food jamás conocido hasta entonces.

Se podrá estar en contra o a favor, pero eso no le resta méritos a una forma de hacer negocios  que aún, a día de hoy, es un ejemplo claro de lo que es hacer realidad un sueño… triunfar sin importar la edad. En esta vida todo es posible si en la misión que emprendemos ponemos todo el sentimiento, el esfuerzo pero, sobre todo, la constancia y el fervor en pos de nuestras metas, por difíciles que estas sean. Porque, como dijo Ray Kroc, “Allí donde no hay riesgo no puede haber orgullo en el logro a realizar, y, en consecuencia, tampoco felicidad”.

 

 

 

Fuentes:

https://www.mcdonalds.com/us/en/our_story/our_history/the_ray_kroc_story.html

https://www.uakix.com/articulos/biografia-de-ray-kroc-fundador-de-mc-donalds.html?eprivacy=1

https://www.visitoakpark.com/

https://thelibrary.org/lochist/postcards/lily-tulip_cup_corporation.cfm

https://www.tormo.com/perfiles/189/Ray_Kroc,_impulsor_de_McDonald%C2%B4s

https://www.portodoslosmedios.com/2013/11/5-grandes-que-triunfaron-despues-de-los-40.html