Filosofando respecto de la soledad en los adultos mayores

“….la vida humana es esencialmente soledad, radical soledad….., sin una retirada estratégica a sí mismo, la vida humana es imposible”…

J. Ortega  y Gasset

Reconociendo que los humanos son seres sociales por naturaleza, portadores del máximo desarrollo del instinto gregario, y tendientes a agruparse, es entendible que sea de interés el análisis de un tema tan significativo como es la soledad.

La persona es ser de intercambio si tenemos en cuenta que el lenguaje es la máxima expresión de la inteligencia humana y que a través de fonemas (sonidos), o de grafismos (imágenes) nos podemos comunicar con los demás.

Al no poderse compartir la vida con los demás es cuando surge el sentimiento de soledad

Tenemos una aptitud congénita  a intercambiar con los demás, si este intercambio con los demás no se da adecuadamente, se genera sensación de incompletitud y frustración.

La comunicación es necesaria para lograr intimidad y facilita la existencia.

Según Séneca: “La soledad no es estar sólo, sino estar vacío”.

De acuerdo con  Emmanuel  Levinas,  se percibe  que nos proporciona una fenomenología -materia de la vida subjetiva-, en la que el ego consciente de la representación se ve reducido al “yo” perceptivo del gozo. El sujeto de  la intencionalidad, consciente de sí mismo, se ve reducido a un sujeto viviente que está sometido a condiciones de su propia existencia.

Levinas describe la sensibilidad como la proximidad con “el otro”.

¿El sujeto soy yo y nadie más?

Según  Levinas el sujeto emerge en respuesta al llamado “del otro”.

La  conciencia moral no es tener experiencia de los valore, sino tener un acceso al ser exterior al que, Levinas, da el nombre de “rostro”, es ”el modo en que el otro se presenta a sí mismo, excediendo la idea del otro en mi”.

La comprensión del ser presupone una relación ética con el  otro ser humano, ese ser al que le hablo.

El hombre presenta tendencia al encuentro con el “otro”, a una relación vital y significativa con los demás. Cuando un hombre observa que no puede relacionarse con un par aparece la soledad.

Soledad trae aparejada la sensación de exclusión, de no poder interactuar con los demás.

La situación de no intercambio entre humanos genera un “déficit relacional”.

No es verdad que la mayoría de los ancianos  se sienten solos. En España se realizó una investigación donde se revela que el 8%   de los viejos manifiestan “sentirse solos”.

Definimos a la soledad como una sensación de malestar emocional que surge cuando un ser humano se siente aislado de los demás y tampoco puede intimar con otros semejantes.

Solo está quien no tiene compañía y además desea tenerla.

Es diferente “estar solo” que “sentirse solo”.

Retomando a Séneca, al sentirse vacío el ser humano puede llegar a buscar como “matar el tiempo”. Se define “KRONOS” como el tiempo sin significado, el tiempo con “sentido” se llama “KAYRÓS”.

Existen innumerables recursos para atravesar la soledad, uno de ellos es aprender a estar un uno consigo mismo.

En 1999 se redactó el documento del Pontificio Consejo para los Laicos sobre la dignidad del anciano y su misión en la Iglesia y en el mundo. Menciona que:  ”LA EXPERIENCIA QUE LOS ANCIANOS PUEDEN APORTAR AL PROCESO DE HUMANIZACIÓN DE NUESTRA SOCIEDAD Y DE NUESTRA CULTURA ES MÁS PRECIOSA QUE NUNCA , Y LES HA DE SER SOLICITADA VALORANDO AQUELLO QUE PODRÍAMOS DEFINIR COMO LOS CARISMAS PROPIOS DE LA VEJEZ”.

Entre esos carismas se mencionan:

·         INTERDEPENDENCIA

·         LA MEMORIA Y EL SENTIDO DE LA HISTORIA.

·         LA EXPERIENCIA DE LA VIDA ACUMULADA A LO LARGO DE LA EXISTENCIA.

·         UNA VISIÓN MÁS COMPLETA DE LA VIDA. (Mirada integradora)

El documento mencionado dice que “nadie puede vivir solo”, a pesar de ellos el individualismo y el protagonismo, ocultan esto.

Los viejos, en su deseo de  compañía,  llaman la atención  sobre  la naturaleza  humana  y la necesidad de volver a tener  la red de relaciones interpersonales que tenían en etapas previas de la vida.

En la percepción de la soledad es individual, jamás se podrían hacer generalizaciones.

Un hito lo marca la jubilación, otro la viudez, el divorcio tardío y el alejamiento de los hijos asociado a la disminución de ingresos económicos.

La vida humana tiene como característica la interdependencia

Se vinculan al envejecimiento tres crisis, a saber:

1.   Crisis de identidad

2.   Crisis de autonomía

3.   Crisis de pertenencia

S. de Beauvoir  en su libro “Todos los Hombres son mortales” relata la vivencia de un hombre inmortal entre todos mortales, donde se refleja que va perdiendo todos los vínculos a través del tiempo por fallecimiento de los mismos,  deseando ser mortal como los otros debido a que su soledad, es la causa del desconsuelo en que se encuentra inmerso.

El vivir muchos años implica, inevitablemente, añorar otros tiempos y sentir vacío existencial.

• No debemos confundir soledad con añoranza
• Añorar es extrañar lo bueno que se vivió o se poseyó.
• Existen  la soledad subjetiva y la objetiva.

Se conocen los siguientes tipos de aislamiento:

• Soledad física o habitacional.
• Soledad moral.
• Aislamiento social.

Insistimos que todo depende de la subjetividad individual.

Se llama “síndrome de soledad” a un cuadro psicológico que surge como consecuencia de pérdidas en el soporte individual, falta de participación en actividades sociales y sensación personal de fracaso.

No olvidemos que hay una soledad buscada, deseada, como por ejemplo la de escritores y otros artistas que les permite mayor creatividad.

Según  A. Moffat “Yo soy dentro de la realidad un ‘yo social’, pero, íntimamente, me veo ser o representar un personaje en ese ‘teatro social’, EL YO SOCIAL DEBE DIALOGAR CON EL YO ÍNTIMO, que es ese ‘MIGO’  o ‘SELF’” … si uno mantiene ese diálogo interno  -y aludiendo a las palabras de Moffat-,  infiero que nunca se está solo.

El intercambio sólo lo podemos hacer con un interlocutor; sino intercambiamos y compartimos quedamos con un mundo caótico en nuestras mentes. Para poder preservar la identidad, el que me escucha no puede ser cualquiera, sino alguien que contenga nuestra historia, y cuanto más historia con “el otro” compartimos, más proyecto nuestro compartimos.

“….Sin la experiencia de la soledad elegida, uno es y sigue siendo persona, pero no sabe lo que es”…

Laín Entralgo. 

(La soledad es una condición esencial y necesaria para el ser humano)

Bibliografía

·         Iglesias  J. “La soledad en las personas mayores” análisis cualitativo. INMERSO .Madrid 2001

·         Pontificio Consejo para los Laicos; “La dignidad del anciano y su misión en la iglesia y en el mundo” Cáritas Ed. Madrid 1999

·         Madoz V. “Soledad en 10 palabras clave sobre los miedos del hombre moderno” Verbo Divino, Estella 1998

·         Castro P. “La soledad, algo más para no vivir en compañía” en “MENSAJERO” 1995

·         López JJ. “Ailamiento y soledad en personas mayores” en Rev Esp Geriatría y Geontología. 1997

·         Alvarez E.A. “La amistad en la edad avanzada” en” Geriatrika” 1996

·         Bazo T. “Personas ancianas, salud y soledad en “Reis” 1989

·         Lopez Azpitarte E. ¡La edad inútil? Para ayudar y prepararse para la vejez.Ed San Pablo 1993

·         Levinas E. “Difícil libertad” Ed LILMOD . 2005.

Prof. Dra. Adela Beatriz Kohan

Santiago del Estero - Diciembre 2013