El envejecimiento de la población mundial sufre un crecimiento acelerado

Según los estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud, en el continente americano, más de 200 millones de personas mayores de 60 años lo habitarán en el año 2020 aumentándose esta cifra a una estimación de más de 310 millones en el 2050 por lo que los distintos países se verán obligados a implementar políticas sociales adecuadas para hacer sostenible las coberturas y servicios de atención especializada a los adultos mayores.

Asimismo, se calcula que en 2050 el número de personas mayores de 80 años en todo el planeta superará la cifra de 395 millones, cuatro veces más que ahora y que para esa misma década la estimación de personas mayores de 60 rondará el 22%, siendo en la actualidad el 11% de lo que se desprende que de 600 millones que hay hoy en día, pasaremos a más de 2.000 en relativamente pocos años. La mayor parte de ese aumento se producirá en los países menos desarrollados o en vías de desarrollo.

"Durante el siglo pasado, la esperanza de vida aumentó tan acusadamente que en el mundo pronto se contarán más personas de edad que niños. El envejecimiento de la población se registra progresivamente en todos los países del mundo, pero en los menos desarrollados se percibe un cambio más rápido. Esa transformación social presenta a la vez problemas y oportunidades. En particular, en algunos países se dispondrá solo del lapso de una generación para preparar los sistemas de salud y de seguridad social para un mundo que envejece", explicó la doctora María Alejandra Rodríguez Zía, médica clínica y endocrinóloga, en una entrevista concedida al diario argentino La Nación.

Un claro exponente de ello es la proporción del envejecimiento de la población argentina reflejada en su último censo de 2010. En él se destaca que más de 5,7 millones de personas mayores de 60 años viven en el país, lo que viene a ser un 14,2% de la población censada. Otro dato muy importante es que la actual expectativa de vida se coloca en los 76 años siendo más alta en las personas de sexo femenino que masculino, y ello es así gracias a los grandes avances que se han conseguido en el campo de la medicina convencional y a los adelantos aportados por la ciencia bio-genética. "Si hiciéramos medicina preventiva habría una mayor calidad biológica y se podría extender la vida misma. El envejecimiento no se puede evitar, pero lo podemos transitar en forma más saludable y plena. En definitiva, se lo puede enlentecer teniendo buenos y saludables hábitos de vida, evitando el fumar, el sedentarismo, el mal descanso o el acumulamiento de estrés y las comidas grasosas y llenas de colesterol", comentó la Dra. Rodríguez Zía en esa misma entrevista.

A raíz de las investigaciones realizadas por la Premio Nobel de Medicina en 2009, la bioquímica australiana Elizabeth Blackburn, se descubrieron los telómeros, extremos de los cromosomas de las células eucariotas, necesarias tanto para la división celular como para mantener la integridad y la estabilidad de los cromosomas. La enzima telomerasa forma los telómeros durante la duplicación del ADN y pauta la vida de las células: cuanto menor sea la segregación de telomerasa, más cortos serán los telómeros, hasta llegar a un momento en que la división celular sea imposible y las células terminen muriendo. Por lo tanto, los telómeros están relacionados con el envejecimiento celular. "Que una persona viva o muera dependerá de muchos factores que exceden a la biología pero que una persona envejezca con mayor o menor calidad de vida dependerá de las elecciones que haga. Vamos a tener unos 30 años más de vida que nuestros bisabuelos en los que será clave vivirlos de la mejor manera posible, es decir, con buena calidad de vida", comentó la Dra. Australiana.

Gracias a su descubrimiento, se podrían evitar en un futuro más o menos próximo las incapacidades cardíacas, los ataques cerebrales, la diabetes, la obesidad, la osteoporosis severa y otras dolencias crónicas.