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El British Medical Journal (BMJ), una de las revistas médicas más prestigiosas del mundo, ha publicado un estudio en el que demuestra el espectacular aumento de casos de narcolepsia provocado por la vacuna Pandemrix, muy utilizada para tratar la gripe H1N1 en 2009. El Pandemrix en un producto de la empresa farmacéutica GlaxoSmithKline (GSK). (1)
Las autoridades finlandesas y suecas ya habían informado del problema en agosto de 2010, al constatar que el riesgo de padecer narcolepsia se había multiplicado por 13 en los niños y jóvenes vacunados. (2)
La narcolepsia es un trastorno neurológico terrible. Las personas afectadas pueden caer dormidas a la mínima emoción, como por ejemplo una simple carcajada. ¿Puede imaginarse una vida así, en la que reír se convierta en algo peligroso? Por desgracia, éste no es el único síntoma de la narcolepsia. También puede provocar alucinaciones, parálisis, problemas de concentración, agitación, dificultades para conciliar el sueño con normalidad, terribles pesadillas e incluso catalepsia (ese trastorno repentino del sistema nervioso que provoca la pérdida momentánea de la movilidad y de la sensibilidad, paralizando por completo el cuerpo y haciendo que la persona se desplome literalmente mientras está realizando sus tareas cotidianas). Por eso, los afectados ya no pueden realizar ninguna actividad potencialmente peligrosa, ni siquiera conducir.
Hasta el momento no se conoce ningún remedio. Por lo general, a las víctimas se les administran medicamentos muy fuertes para controlar los síntomas. Se trata sobre todo de anfetaminas o medicamentos similares, como el Adderall. Todos estos medicamentos pueden provocar graves efectos secundarios, como taquicardia, diarrea, nerviosismo, fatiga, vómitos, ansiedad, palpitaciones, temblores y episodios maniáticos.
Negarlo primero. para acabar admitiéndolo después
Ante tal catástrofe sanitaria, en un primer momento se dijo que el aumento de la narcolepsia vivido en Finlandia y Suecia se debía probablemente a peculiaridades locales.
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), que es el organismo adscrito al Ministerio de Sanidad responsable de garantizar la seguridad de los medicamentos, entre otros asuntos, se hizo eco por primera vez de lo que estaba ocurriendo en esos países nórdicos el 18 de febrero de 2011. Y lo hizo para afirmar que "la información disponible es insuficiente para establecer una relación causal entre la narcolepsia y la vacunación con Pandemrix", que fue la que se administró ampliamente en la campaña de vacunación 2009-2010.
Apenas dos meses después, la AEMPS lanzó una "actualización de la información" con un cambio radical de criterio. Haciéndose eco de los resultados preliminares de nuevos estudios y de casos espontáneos que empezaban a producirse en otros países europeos, reconoció "un incremento de riesgo de narcolepsia en niños y adolescentes vacunados con Pandemrix" y recomendó a los profesionales sanitarios "la evaluación beneficio/riesgo individual" antes de administrar la vacuna. (3)
En otros países se llevaron a cabo importantes estudios. Y de hecho, una investigación francesa coordinada por el Dr. Antoine Pariente, que formaba parte de una serie de estudios europeos que se hicieron públicos el 20 de septiembre de 2012, ya mencionaba que en las personas vacunadas se multiplicaba por cuatro el riesgo de desarrollar narcolepsia.
La noticia ocupó alguna página de los periódicos en septiembre del año pasado, pero ahora es el British Medical Journal quien da la voz de alarma. Y el estudio en el que se basa, realizado con pacientes de Reino Unido, presenta un incremento aún mayor que en Finlandia o Suecia, al multiplicarse el riesgo por ¡¡14,4!! (4)
Según los investigadores, los casos de narcolepsia provocados por el Pandemrix deberían contarse por miles.
Un riguroso estudio
Los investigadores examinaron los informes sobre los niños que fueron diagnosticados con narcolepsia durante el período en el que les fue administrada la vacuna. Tuvieron acceso a las listas de los 23 centros especializados en narcolepsia según la British Sleep Society y la British Paediatric Neurology Association. Se fijaron normas estrictas para excluir del estudio a todos aquellos niños cuyo diagnóstico de narcolepsia no había sido determinado con claridad.
Se enviaron cuestionarios a los diferentes médicos implicados para asegurarse de que los niños habían recibido efectivamente la vacuna Pandemrix y para confirmar la fecha de administración. Toda esta información se comparó con los datos sobre la aparición de los casos de narcolepsia. La conclusión de estos investigadores fue rotunda:
"El estudio demuestra un aumento significativo del riesgo de narcolepsia en los niños que, en Inglaterra, recibieron la cepa de la vacuna pandémica Pandemrix con el adyuvante AS03 (escualeno). Nuestro estudio ha proporcionado un cociente de probabilidad de 14,4 (4,3 de 48,5) en el análisis primario. Estas cifras son compatibles con el riesgo relativo del 13 descubierto en Finlandia en un estudio epidemiológico analítico retrospectivo".
Sus resultados indican que el Pandemrix provocó 14,4 veces más casos de narcolepsia que lo que habría cabido esperar.
Una de las razones por las que se podría explicar que el aumento de la narcolepsia no se notara en Inglaterra es el hecho de que la vacuna Pandemrix no se había administrado de manera generalizada entre los niños, mientras que en Finlandia, donde rápidamente se detectó la tragedia, sí se había hecho así. En Inglaterra, la cobertura de vacunación general fue del 27,3% (para los grupos de riesgo fue del 43,9% y del 26,3% para los niños que no se encontraban en situación de riesgo). Las personas infectadas con H1N1 se consideraban grupo de riesgo.
Miles de casos de narcolepsia
Lo que ahora mismo está claro es que el Pandemrix ha provocado miles de casos de narcolepsia en niños de todo el mundo en unos pocos años.
Hoy en día no hay manera de negar la realidad de esta catástrofe provocada por una vacuna que se impuso a la población de forma precipitada, tras una campaña alarmista sobre una enfermedad que de hecho resultó ser benigna.
Los investigadores han sido todavía más explícitos:
"El aumento de riesgo de narcolepsia tras la vacunación con el coadyuvante AS03 de la vacuna pandémica A/H1N1 señala una asociación causal, similar a las conclusiones obtenidas en el caso de Finlandia."
Por tanto, ya no hay manera de escapar de la realidad: el coadyuvante AS03 del Pandemrix provoca la narcolepsia. Ahora la cuestión es saber qué otras enfermedades autoinmunes pueden llegar a aparecer en los próximos años como consecuencia de esta vacuna.
Escualeno: el coadyuvante que destruye vidas
Los investigadores han aclarado asimismo que lo que ha provocado la narcolepsia ha sido el coadyuvante AS04 utilizado en el Pandemrix. En los fármacos, los coadyuvantes son las sustancias que se añaden para ayudar a que despliegue su acción el componente principal. Numerosas voces se han querido sumar a la prevención de los riesgos que conlleva que el ingrediente activo del AS04 sea el escualeno.
Pero aunque se prohibiera el escualeno, el problema de los coadyuvantes peligrosos seguiría ahí. Los investigadores han demostrado que el aluminio, otro coadyuvante utilizado en las vacunas, es responsable de un amplio abanico de efectos no deseados, como el lupus eritematoso, la miofascitis macrofágica, la artrosis reumatoide, el síndrome antifosfolípidos, así como otros trastornos muy debilitantes.
Existe una nueva generación de coadyuvantes transgénicos realizada con bacterias que fabrican partículas de tipo antígeno (es decir, que introducidas en el organismo dan lugar a reacciones de defensa, tales como la formación de anticuerpos). Éstas desempeñan el papel de antígenos y de coadyuvantes y conllevan riesgos parecidos al del escualeno. Todos son lípidos. Desde hace décadas, se sabe que la inyección de un lípido es susceptible de provocar enfermedades autoinmunes. Durante los primeros años de experimentación con esta clase de coadyuvantes, se determinó que eran demasiado peligrosos como para utilizarse en las vacunas. De hecho, se utilizan en experimentos con animales para provocarles trastornos autoinmunes con el fin de permitir la puesta en marcha de tratamientos contra las enfermedades humanas que replican.
¿Cómo es posible fingir que semejantes coadyuvantes no son peligrosos?
La realidad es que la tragedia de la que hablamos aquí se podía haber evitado por completo. Los riesgos de la inyección de escualeno se conocen ya desde hace décadas. No hay ninguna excusa para utilizarlo en las vacunas.
El precio que hay que pagar
Los niños afectados están condenados a una vida de invalidez como consecuencia de la narcolepsia, pero también de los medicamentos que se les recetarán para tratarla. Cuando además nos enteramos de que la enfermedad contra la que se suponía que se les estaba protegiendo ha resultado ser benigna, nos damos cuenta de que esta tragedia es totalmente imperdonable.
Asimismo, está igual de claro que a estos niños les espera una vida de sufrimiento, y todo por una única y sencilla razón: la codicia. Porque las personas que sufren de narcolepsia como consecuencia del Pandemrix pagan, en realidad, un precio muy alto por la codicia de GSK, de las agencias gubernamentales y de los médicos.
El caso de una de mis pacientes
Una de mis pacientes a la que se le administró la vacuna contra la Gripe A/H1N1, quedó parapléjica al verse afectada por el síndrome de Guillain-Barré, una grave “complicación neurológica en la que el sistema inmunitario del paciente ataca a la mielina, una parte del sistema nervioso periférico, que es la capa que aísla y recubre los nervios. Cuando esto ocurre, los nervios no pueden emitir eficazmente las señales y los músculos pierden su capacidad de responder a las órdenes que le envía el encéfalo; éste recibe menos señales sensoriales del resto del cuerpo, siendo el resultado la insensibilidad al calor, al dolor u otras sensaciones, además de que se paralizan, progresivamente, algunos músculos del cuerpo”.
Esta grave lesión medular que afectó a una de mis pacientes es una reacción poco frecuente (1:1.000.000) a la vacuna antigripal pero que se puede dar. También puede producir, como efecto colateral, descriptaslas mielitis que son inflamaciones de la medula espinal con los consecuentes trastornos sensitivos y motrices.
Es importante conocer las complicaciones de la vacuna antigripal que puede producir gripe, alergias, cuadros febriles y complicaciones neurológicas como las que se describen en este artículo.
Dra. Adela B. Kohan
Fuentes bibliográficas:
1. "Risk of narcolepsy in children and young people receiving AS03 adjuvanted pandemic A/H1N1 2009 influenza vaccine: retrospective analysis", British Medical Journal (BMJ); Elizabeth Miller, Nick Andrews, Lesley Stellitano, Julia Stowe, Anne Marie Winstone, John Shneerson, Christopher Verity, 26.02.13
2. "National Institute for Health and Welfare recommends discontinuation of Pandemrix vaccinations", National Institute for Health and Welfar, 25.08.2010
3. Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). Nota informativa MUH (FV) 03/2011 sobre "Pandemrix (vacuna frente a la gripe A/H1N1 pandémica) y casos de narcolepsia", de 18.02.11, y Actualización de la Información en Nota informativa MUH (FV) 05/2011, de 15.04.11
4. "Le vaccin Pandemrix soupçonné d'entraîner des risques de narcolepsie", publicado por Le Monde el 20.09.2012.
Otras fuentes: Revista “Tener S@lud” y textos de Juan-M Dupuis, a partir de un texto de Heidi Stevenson, publicado en Gaia Health.