Los genes que nos pueden hacer inmortales

La búsqueda de la inmortalidad suena más a deseo alquimista o afán dieciochesco que otra cosa; sin embargo, con todos los avances científicos en genética, tecnología y medicina que la ciencia ha puesto al alcance de la mano, hoy en día es un objetivo hipotético pero no descartable.

En ello trabajan un grupo de investigadores de la Universidad de Harvard, quienes están investigando la posibilidad de lograr la inmortalidad en una especie de gusanos alterados genéticamente, los Caenorhabditis Elegans, los cuales ya han demostrado ser bastante promisorios.

Con algunas alteraciones genéticas de los mismos, los investigadores han conseguido volver a la especie inmune ante ciertas circunstancias que podrían matarlo, prolongando así su esperanza de vida. ¿Pero cómo funciona esto?

Existen dos tipos de células: las somáticas y las germinales. Las primeras son mortales, pero las segundas son las encargadas de replicarse y hacer nuevos organismos, y por lo tanto tienen una esencia inmortal. Sobre ellas apuntan los investigadores a destinar sus esfuerzos, para así lograr algo parecido a la inmortalidad.

Lejos de ser una realidad patente, el afán de inmortalidad tal vez no sea un objetivo del todo lejano. Hoy les corresponde ilusionarse a los gusanos; mañana tal vez al homo sapiens.

Por Carlos Dan para Ojo Científico