Logoterapia: su utilidad en los ancianos

“Nada hace pensar en el sol por encima de las nubes; ni el más pequeño rayo de luz, ningún destello que por lo menos refleje en un charco, quizá ni siquiera el recuerdo de un astro luminosos. Pero el sol está allí, por encima de las nubes, de la misma forma que el amplio horizonte de sentido que está presente por encima de toda afección del enfermo, y brilla a través de su vida”

Vicktor E. Frankl

Por la Prof. Dra. Adela Beatriz Kohan

Según S de Beavoir, la vejez no sólo está constituida por un proceso biológico inevitable, además hay que agregar una construcción cultural -en torno a la misma- colmada de prejuicios, tabúes, estigmas, y mitos.

Nos cabe a través de la educación derribar esos constructos cargados de deformidad de la realidad.

Cuando a partir de la jubilación se deja de ser eslabón en la cadena productiva, las personas son consideradas en forma arbitraria “viejas”, con el agravante que los así llamados lo aceptan.

Es en la vejez cuando la persona puede vincular las experiencias vividas, con la experiencia, dando más riqueza a su vida. Pudiendo transferir su carga de conocimientos a los más jóvenes.

Redescubrirse es propio del paso de los años. Esto permite encontrar sentido a la vida, hallando las mejores opciones para una vida “vivible” en función de un mejor envejecimiento, valorando la gracia del tiempo pasado, y del tiempo por llegar aunque sea breve.

Cada ser, es el que da sentido a su vida. Es tarea única e intransferible de cada uno.

Las personas que encuentran sentido a su vida gozan de salud y se auto realizan; perciben la realidad sin distorsiones; se auto aceptan y aceptan a los demás; explican hasta los contratiempos y adversidades; se ocupan de los demás empatizando con ellos; tienen “sentimientos de hermandad”; pueden generar relacione;, pueden estar solos y resisten a la presión cultural, según lo leído en Pablo Cazan.

V. E. Frankl, dice: “que el sentido de la vida, es la verdadera expresión de la persona; es ella quien lo busca denodadamente y se esfuerza por lograrlo”.

Coincido con Frankl en que el ser humano es “una unidad biopsicosocial y espiritual, indivisible, cada uno de los elementos citados hacen al ser humano lo que es: unidad”.

El hombre es un ser libre y con capacidad de decidir por sí mismo, un ser consciente, responsable y orientado hacia los valores, según Agredano Pérez.

El anciano, no debe envejecer aislado, sino en el contexto de la sociedad, siendo la primera y necesaria, su propia familia, con lo que mejora su autoimagen y su autoestima. Fuera de su casa, también debe  ser contenido por un contexto adecuado en su vecindario, en su ciudad, en su país.

Debe ser valorado por su bagaje de conocimientos y experiencias y lo que significó, y significará, en su paso por la vida partiendo de la premisa que somos seres “finitos” y según Antonio Porchia: ”vivimos con la esperanza de llegar a ser un recuerdo”.

Podríamos sintetizar diciendo, que el sentido de la vida, lo marca la trascendencia.

Por convención se acepta que una persona es vieja a partir de los 65 años, me pregunto y pregunto: ¿es así?

Mi respuesta es: ¡no!, no se debe generalizar. Si bien hay cosas en común, cada uno envejece de un modo personal y propio manteniendo profundas diferencias con los demás.

¿Qué ocurre en occidente?: Los viejos disminuyen su fuerza social, se atrasan económicamente -sobre todo en países aún no desarrollados-, debido a sus magras jubilaciones y mal trato de los estados. Esto aparece  de la mano con la industrialización. Pareciera que al dejar de ser eslabón de la cadena productiva, se dejara de existir.

Sus reclamos, no son advertidos, ni escuchados, ni atendidos, sienten la merma en su potencia física, su cuerpo les hace sentir el paso de los años, se concientizan de la finitud de la vida.

Es aquí donde aparecen temores, respecto del escaso futuro que les queda.

Pierden familia, amigos, vecinos, lo que los hace reflexionar acerca de lo que significa su propia vida.

La pérdida del cónyuge, la muerte de hijos -y, en algunos casos, de nietos-, modifican la visión del mundo siendo muy difícil encontrar sentido a su vida entre la soledad y las ausencias. Se les hace ostensible que el fin de la vida se acerca.

Éstas son las vivencias de la mayoría de los mayores que nos rodean y debemos ayudarlos a pensar y desarrollar un “nuevo proyecto de vida”.

Una intervención adecuada, puede generar una vida con satisfacción.

¿Qué es la Logoterapia?

F Nietzsche postula que “quien tiene algún por qué vivir es capaz de soportar cualquier como”

Para ello debemos replantearnos lo siguiente: ¿es el viejo un ser pasivo? ¿Qué hacemos para que esto no sea así?

Afirmamos que la vejez es una etapa más en el desarrollo de la vida, de la evolutividad como personas, entonces, se debe trabajar este tema desde etapas más tempranas de la vida fomentando la psicoplasticidad para lograr mayor adaptabilidad a cambios.

Pero también admitimos, que en condiciones de pobreza, ignorancia e insatisfacciones, es sumamente difícil encontrar un sentido a la vida, aunque no imposible.

El ser humano debe permanecer en actividad que no necesariamente debe ser igual a la de su etapa remunerada; pueden ser tareas diferentes, como estudiar, enseñar, tareas solidarias de cuidado de sus coetáneos que están minusválidos lo que les permitirá sentirse mejor, y a través de estas acciones, aumentando y mejorando su propia calidad de vida.

También debemos trabajar para deshacernos de mitos y estereotipos que perjudican a los viejos y a la vejez.

Cada anciano se mantendrá diferenciado de los demás tal como lo fue en etapas anteriores de su vida, y asumirá esta etapa con la misma idoneidad con que asumió las etapas previas, en caso de haber sido idóneo. Si no lo ha sido, continúa con la problemática, en el tránsito de su  vejez.

De no mediar enfermedad, la vejez no cambia a las personas, tal vez se profundizan rasgos de su juventud, sostengo que la vejez “no crea, sino que recrea”, o la o sumo, modifica lo previo.

Coincido con Rogers cuando dice:”…he puesto en práctica nuevas formas de ser yo mismo, aprender de la experiencia ha sido el elemento principal que ha hecho que mi vida valga la pena. Aprender de ese modo me ayuda a desarrollarme, he aprendido a pedir ayuda, a respetar las necesidades psicológicas, a auto-cuidarme, a tener relaciones internas con las personas, a ser consciente de mis sentimientos y sensaciones”.

De lo anterior se desprende que para aprender y aprehender en la vejez se requiere del desarrollo de la psicoplasticidad individual. No se pueden admitir generalizaciones.

La vejez es inevitable y marca nuestras vidas desde su inicio. Lo que podemos decidir es como llevarla, sin que ella nos lleve. Igualmente  que en las etapas anteriores de nuestro ciclo vital.

La vida es mucho más que un mero desarrollo de la biología individual, implica también un constante aprendizaje interno, que se manifestará en nuestra actitud externa y contribuirá a que seamos aceptados y por ende a que aceptemos.

Para L Buscaglia: “Tenemos los recursos necesarios, nuestras potencialidades natas, nuestro tiempo para vivir y para morir, una vida que es NUESTRA para que la vivamos al máximo”.

Yo agrego: sabiendo de la finitud de la vida ¿por qué no vivirla de la mejor manera posible, de una forma satisfactoria, tomando y dando lo máximo posible?, y agrego, que el sostén de esto es el amor, tanto el que recibimos como el que prodigamos.

Vicktor E. Frankl, luego de su vivencia calamitosa en los campos de concentración nazis, elabora la terapéutica logoterápica, que permite enfrentar con decisión y sin desesperanza los problemas más resonantes de la existencia humana que conectan con la responsabilidad, la libertad, el dolor, el amor, el sufrimiento, la salud, la enfermedad, la confianza en sí mismo y en los demás, y el respeto a Dios como fuente de toda creación y sentido. (Lo que incluye aceptación de su voluntad).

Es a través de la logoterapia (el logos, la verdad, el sentido) que se permite descubrir el valor de la verdadera existencia, ¡lo que el ser, es!

Según Gómez:  ”ser as ” es “pleno de sentido”.

La logoterapia relee el pasado, que se toma del “sobreviviente”, inferimos que la mejor manera de ser, es haber sido… La realidad con la que se encuentran los ancianos esta descripta brillantemente en un tango en el que el protagonista, habla del dolor de ya no ser… Este sentimiento, constituye lo que debemos evitar. Insistimos: ¡jamás se deja de ser!

Todos, de alguna manera en la vida, somos sobrevivientes de alguna situación.

Rasgos de la Logoterapia:

1) libertad de la voluntad

2) voluntad del sentido

3) sentido de la vida

4) Valores y dentro de estos están los a) valores de creación y b) lo valores vivenciales

Los Pilares de la Logoterapia están constituidos por:

1) devenir de la libertad

2) la conciencia

3) La Trascendencia

Vivir implica una actitud frente a la vida y cada uno es libre, consciente y responsable de él. De esa actitud dependerá la trascendencia o el “legado que dejamos”.

Frankl expresa: ”La esencia de la existencia humana se encuentra en la propia auto trascendencia”.

El hombre es forjador de su destino, lo hace con libertad para adoptar una actitud en cualquier condición que pueda encontrarse.

Sostiene que vivir es aceptar el desafío que la vida plantea. Aceptar la adversidad y sobrevivir a la misma, encontrando sentido a este sufrimiento… El hombre siempre está involucrado en el contexto que vive, pero esto no impide que pueda elegir, pues siempre conserva la capacidad de elección debido a su libertad de espíritu y su independencia psicológica, aún en situaciones de gran estrés que lo pueden perturbar. El Hombre es  quien decide su “cómo”, su “cuándo”, su “qué” y su “para qué”….

Al hombre le cabe “crear algo en el mundo”. Ese algo creará su trascendencia y se convertirá en su legado.

Es muy común en los ancianos la sensación de vacío existencial, que  significa: falta de sentido.

Es a través de la logoterapia que el sentido se descubre “cubriendo” el pozo existencial.

Bien dijo V. E. Frankl que no es deseo del hombre ser feliz, sino que lo que realmente desea: es un motivo para  ser feliz.

No quiero terminar sin antes explicar que es la Neurosis Noógena.

Según Frankl, la espiritualidad nada tiene que ver con la religiosidad, cambia este término por no ética y que lo traduce como “valor”, lo espiritual en el hombre es la capacidad de percibir valores y vivir en concordia con ellos.

Neurosis noógena sería la carencia de sentido vital, sufrimiento del alma que no ha descubierto su significado, reitero: falta de sentido y de propósito en la vida.

Para Heidegger somos seres que nacemos al tiempo y por ende conscientes de finitud; este tiempo es muy tenido en cuenta por el anciano que, como nunca antes, se hace consciente de esto.

El tiempo pasa, no regresa y no se tiene una nueva oportunidad, lo que es inevitable. Por lo que el replanteo es imprescindible, aquí es importante tener en cuenta, a V. E. Frankl en su propuesta, cuando define al presente, como el instante en el cual, mediante un acto de elección, es una posibilidad concretada en una realidad que es asumida en el tiempo, pero al mismo tiempo se eterniza, salvándose de la caducidad o la transitoriedad.

Según Kierkegaard aquí toma significado la división entre los tiempos pasado, presente y futuro al vislumbrarse el escaso porvenir. Lamentablemente existen pocas posibilidades de reparar el pasado, por eso, resultan sabias las palabras de P. Hamill cuando dice que ”en la madurez, tienes que perdonarte a ti mismo”.

M. Heidegger menciona dos formas de existir en el mundo:

A. Una, en que la persona se encuentra sumergida en el mundo de las cosas y diversiones cotidianas.

B. La otra,  lo que se traduce por una continua conciencia del ser, en que uno se maravilla  por el hecho que las cosas existan.

En síntesis, podemos decir que el ser humano es un ser bio/psico/social/funcional/espiritual/.

El abordaje de la espiritualidad es muy importante, para evaluar como un hombre esta posicionado frente a sí mismo y al mundo. Las alteraciones en este posicionamiento pueden traer serias dificultades para tener una vida digna de ser vivida.

La logoterapia, ayuda a tener una visión del mundo satisfactoria y contribuye a la calidad de vida. Ayuda a soportar lo insoportable, como lo logro Frankl en los campos de exterminio. Contribuye a la armonía y a la paz interior y al mejoramiento de las relaciones inter/humanas. Permite en los ancianos elaborar duelos, pues hay mucho dolor generado por múltiples pérdidas, minusvalía física, enfermedades, duelos y dolores.

Debemos dejar claro, que de no mediar patología mental que lo impida, siempre se está a tiempo de reparar.