"Se debe fomentar el pensamiento positivo sin dejar que factores como la ansiedad, la depresión o el miedo irracional interfieran en el quehacer cotidiano de los adultos mayores, el envejecimiento no tiene por qué ser estresante"
“Las Personas Mayores son la memoria de un pueblo y maestros de la vida. Cuando una sociedad no cuida a sus ancianos niega sus propias raíces y simplemente sucumbe”
Escuela de Ciencias del Envejecimiento
Colaboraciones
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12.02.2014 22:12La fábula del perro viejo pero sabio
Cierto día un perro, ya viejo, salió a cazar mariposas. Después de un rato largo se dio cuenta de que se había perdido. Dio vueltas y vueltas tratando de hallar el camino cuando, de repente, vio que un joven leopardo corría en su dirección con la visible intención de pegarse un buen almuerzo.
El viejo perro se dijo:
-"¡Oh, oh! ¡Ahora sí que estoy perdido!"
Viendo alrededor suyo algunos huesos, se puso rápidamente a roerlos dando la espalda al leopardo que se aproximaba cada vez más.
Cuando éste estaba a punto de abalanzarse sobre él, el viejo perro exclamó en voz alta:
-"¡Bien, este leopardo estaba realmente delicioso! Me pregunto si no habrá otros por aquí".
Al escuchar eso, el joven leopardo interrumpió su ataque, miró al perro con miedo y sigilosamente huyó espantado.
-"Uf!", suspiró el leopardo "faltó poquísimo; el viejo perro casi me come!"
Mientras tanto, un mono que había presenciado toda la escena desde una rama cercana, se dijo que podía utilizar la situación negociando con el leopardo lo que sabía a cambio de su protección.
Por lo tanto, partió ligero a alcanzarlo pero el perro, cuando lo vio correr a toda velocidad detrás del leopardo, se dio cuenta que algo iban a tramar.
El mono alcanzó al leopardo y le contó todo lo que sabía pidiéndole, que a cambio de tan interesante dato, lo protegiera.
El joven leopardo se enfureció por el ardid del viejo perro y le dijo al mono:
-"Ven aquí, mono, monta en mi lomo y vas a ver lo que le va a ocurrir a ese viejo inútil que se cree inteligente”
El perro viejo vio cómo el leopardo se acercaba a toda velocidad con el mono montado en sus espaldas y se inquietó de verdad:
-"y ahora ¿qué hago?...
Pero en vez de huir, se sentó de nuevo de espaldas a sus agresores haciendo una vez más como sí no los hubiera visto y en el momento en que se aproximaron lo suficiente como para oírlo dijo:
-"¿Dónde estará el mono ése? Hace una hora que lo envíe a buscarme otro leopardo y hasta ahora no volvió"
Moraleja:
No hay que desestimar a los viejos. La edad, y la sabiduría que se adquiere con ella, siempre triunfan ante la juventud y la fuerza.
Si no compartes esto con cinco "ancianos", en el mundo, habrá cinco personas menos que sonreirán. No estoy insinuando que seas uno de los "ancianos" sólo pienso que hay algunos que son más jóvenes.