"Se debe fomentar el pensamiento positivo sin dejar que factores como la ansiedad, la depresión o el miedo irracional interfieran en el quehacer cotidiano de los adultos mayores, el envejecimiento no tiene por qué ser estresante"
“Las Personas Mayores son la memoria de un pueblo y maestros de la vida. Cuando una sociedad no cuida a sus ancianos niega sus propias raíces y simplemente sucumbe”
Escuela de Ciencias del Envejecimiento
Colaboraciones
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15.11.2013 17:42Exceso de consumo de fármacos por parte de los ancianos
La mayoría de los ancianos son muy susceptibles a consumir inadecuadamente fármacos, especialmente analgésicos y otros medicamentos
“En el Hoy y Mañana y Ayer, junto
pañales y mortaja, y he quedado
presentes sucesiones de difunto”
(Estrofa final del soneto “¡Ah de la vida!” de su obra “Parnaso español”)
Francisco de Quevedo
Si analizamos, resulta obvio que ello se debe a que sufren dolor crónico que aun no cediendo con los analgésicos, ellos consumen con el afán de mitigar sus algias.
Es frecuente observar el abuso con respecto a los anti–inflamatorios no esteroideos, especialmente diclofenac y meloxicam.
Estas drogas que en conjunto se denominan AINES (Anti-inflamatorios no esteroideos) producen innumerables efectos secundarios,, entre ellos las úlceras digestivas y las insuficiencias renales.
Todos los AINES producen trastornos renales, mientras que los inhibidores de la COX 2 son menos responsables de trastornos digestivos (meloxicam).
También es muy frecuente ver que los ancianos utilizan el “Tramadol” y la “Codeína”, indicados por sus médicos,, estas drogas pueden producir dependencia o tolerancia a las mismas, con el agravante que el “Tramadol” no es compatible con antidepresivos, que también se indican para tratamiento del dolor, pudiendo dar un cuadro muy grave llamado “síndrome serotoninérgico”.
El mencionado síndrome, requiere tratamiento en cuidados intensivos, y además puede costar la vida a quien lo padece.
Debemos recordar que el consumo de AINES es la segunda causa de insuficiencia renal, después de la diabetes, en pacientes hipertensos.
Todos los medicamentos suministrados en tercera edad, deben ser dados bajo estricta farmacovigilancia pues el metabolismo de las drogas y la eliminación de las mismas es deficiente con respecto al adulto más joven.
Muchas de las consultas por determinados síntomas y signos que refieren y presentan los ancianos, se deben a los medicamentos que están tomando, en forma individual o combinada.
Es por ello que ante la aparición de enfermedad nueva, deber ir a la consulta munidos de todos los medicamentos que toman, aún los de venta libre y las “hierbas” que consumen.
Entre los medicamentos se producen interacciones, y además alguno de por sí, solos producen efectos secundarios indeseables, que el médico tiene el deber de conocer.
En términos generales, y como síntesis, podemos nombrar los edemas que producen algunos medicamentos antihipertensivos, denominados “Antagonistas Cálcicos” , la tos que produce el “Enalapril”, los trastornos de la frecuencia cardíaca que producen los beta bloqueantes, y siempre recordar que la amiodarona tiene nueve efectos secundaros posibles e indeseables:
1. En piel
2. tiroides
3. pulmones
4. hígado (hepatitis tóxica)
5. trastornos digestivos diversos
6. corazón (bloqueos, bradicardia)
7. polineuritis
8. epididimitis
9. depósitos en los ojos
Sólo citamos estas drogas para dar un ejemplo de efectos no deseados, pero que, con adecuado control médico, pueden ser suministrados.
De ningún modo insinuamos que no se debe utilizar la amiodarona, pero, tanto los médicos como los pacientes deben saber que puede producir dificultades, y ante ellas saber cómo actuar.
Algunos anti-parkinsonianos, producen arritmias cardíacas y psicosis, además de trastornos en los glóbulos blancos, sólo hay que estar alerta.
Ciertos antibióticos -al igual que algunos antipsicóticos-, pueden producir “Torsión de punta” que es un problema cardíaco.
Ciertos psicofármacos se asocian con síndrome metabólico haciéndose imprescindible el control del peso, del perfil lipídico y la glucemia, para disminuir las dosis o retirar las drogas.
La aspirina administrada como antiagregante que se utiliza para prevenir infartos tanto cardíacos como cerebrales, puede producir úlcera gastroduodenal y severas hemorragias digestivas aun siendo suministrada en bajas dosis en paciente susceptibles.
No apuntamos con estas descripciones a que los pacientes no tomen medicamentos, algunos son indispensables para conservar la vida, pero loa medicamentos deben ser personalizados y controlados por los profesionales que asisten a los pacientes que los utilizan debiendo haber conexión entre los distintos especialistas prescriptores o, en su defecto, todo paciente debe consultar compatibilidades medicamentosas con sus médicos que cabecera quienes advertirán de los riesgos o beneficios que pueden producir ciertas combinaciones de drogas..
También son responsables muchos medicamentos de cuadros contusiónales en el adulto mayor llamados “Síndrome Confusional”.
El consumo de benzodiacepinas puede producir deterioro cognitivo en los adultos mayores.
De lo expuesto surge la siguiente cuestión:
¿Cuáles son los pacientes que están consumiendo drogas inadecuadamente?
1) viejos que viven solos
2) que presentan varias enfermedades
3) que consumen medicamentos ante cualquier síntoma
4) cuando les cede la ansiedad ante el consumo de cualquier medicamento
5) los que sufren dolor osteo/artro/muscular crónico.
EXISTEN MEDIDAS NO FARMACOLÓGICAS QUE SON TAN ÚTILES COMO LOS MEDICAMENTOS Y CUYO EMPLEO PRODUCE ALIVIO DE SÍNTOMAS; HABLAMOS DE EJERCICIOS, MASAJES, RELAJACIÓN, TERMOTERAPIA Y MEDITACIÓN, ENTRE OTRAS.
Como recomendación final:
a) El consumo de medicamentos no es “gratuito” para el organismo ni para el bolsillo de los pacientes, puede traer complicaciones de las que, tanto los médicos como los pacientes, deben estar advertidos.
b) Le corresponde al médico conocer absolutamente todos los medicamentos que la persona consultante toma y ésta debe concurrir a la consulta con todos los medicamentos que usa.
c) Le cabe al profesional recetar aquello que menos interacciones tenga y mínimos efectos colaterales