Envejecer

Envejecer es como escalar una gran montaña: mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena.

Ingmar Bergman

Observo frecuentemente la actitud de desprecio, la despreocupación el abandono hacia las personas mayores, de hecho emplean el adjetivo viejo como algo peyorativo y cuanto sumas en edad, sumas en cierto rechazo social, lo que nos lleva muchas veces a temer el paso del tiempo, y aferrarnos a una eterna juventud.

Muchas personas son recluidas en  hogares en los que no son reconocidos y respetados como personas, son cosificados y denigrados al punto de generar en ellos una gran angustia y patología mental. El solo hecho de la inclusión en una institución de este tipo, aunque como pretexto busque el bienestar, es una forma de castigo, es una pérdida de libertad y de vínculos afectivos. Muchos ancianos son colocados en el lugar de desecho, lo que ya no es útil al aparato productivo. Es como una muerte anticipada.

Cada vez más las personas reaccionan negativamente ante el paso del tiempo, cuesta mucho mas reconciliarse con esta etapa de la vida, que muchas veces se transita como un duelo, en una profunda depresión.

Como psiquiatra  he estado prestando más atención al proceso de envejecimiento últimamente, y en verdad no se presenta como  una perspectiva atractiva.

 Muchas cosas se toman ya como cliché culturales, como etiquetas, la rebeldía del adolescente, las travesuras infantiles, la intensa sexualidad adulta. La vejez se asocia a pérdida o decrepitud y esto ya tiene un peso enorme en el colectivo, que trata de evitar sus posibles estragos, se gastan millones en  cosméticos, cirugía reconstructiva, y una colección absurda de "complementos alimenticios" lo que da testimonio de nuestros vanos intentos de borrar la evidencia visible de nuestra mortalidad. Lo que necesitamos, por supuesto, es el valor de hacer frente, de transitar con madurez y sabiduría esta hermosa época de la vida.

Marginados por la sociedad, rechazados  por los hijos adultos que pueden soportarlos  sólo en pequeñas dosis, las personas mayores se sienten  en riesgo  de convertirse en un estorbo, tanto para la sociedad y para los miembros de la familia.

Su malestar psicológico hace que estén muy fijados a las sensaciones corporales, y a los malestares físicos, y muchas veces   tienen una reputación merecida como quejosos, porque es una manera de llamar la atención y de ser incluidos. Aunque en general, genera el efecto contrario pues distancia mucho más a sus allegados.

Recuerda que tu también llegaras a esta etapa de tu vida, así que por hoy intenta regalar una sonrisa, una llamada, una conversación un gesto de ternura a las personas mayores a tu alrededor, familiares, amigos o allegados, y por favor , date cuenta y evita usar  la palabra viejo, como una forma de burla o un insulto,  la vejez es una hermosa etapa de la vida en la que alcanzamos la sabiduría suficiente para aproximarnos tranquilos a la dimensión espiritual de la existencia, a la verdad, al amor, al SER.

Dr. Tomas Aguilar

Psiquiatra

MN 131730