Pitágoras: "Una bella ancianidad es, ordinariamente la recompensa de una bella vida."

Prof. Dra. Adela Beatriz Kohan

Psicogerontóloga, Psicogeriatra y Logoterapéuta

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Castelar, Prov. Buenos Aires
Argentina
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"Se debe fomentar el pensamiento positivo sin dejar que factores como la ansiedad, la depresión o el miedo irracional interfieran en el quehacer cotidiano de los adultos mayores, el envejecimiento no tiene por qué ser estresante"

“Las Personas Mayores son la memoria de un pueblo y maestros de la vida. Cuando una sociedad no cuida a sus ancianos niega sus propias raíces y simplemente sucumbe”

Escuela de Ciencias del Envejecimiento

Colaboraciones

Envejecer

27.09.2013 22:02
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Enfrentando la muerte

08.08.2013 21:21

Cualquier ser humano, y con más razón el anciano, ante el fallecimiento de sus amigos, su cónyuge, sus vecinos, hermanos, cuñados, sobrinos, nietos,  un hijo, o hasta de un personaje público -aún desconocido para  él-, reaccionará de manera exacerbada con respecto al adulto más joven; transitará por el duelo con  desconsuelo  y desolación

(Esto ocurre en todas las etapas de la vida).

La palabra duelo puede significar tres cosas:

  • Dolor
  • Dos
  • Guerra

El tránsito por el duelo normal luego de una pérdida significativa, tiene cuatro etapas. Esas diferentes fases del duelo son:

  1. Aflicción o duelo previo a la muerte de un ser querido o enfermedad del mismo. La relevancia de esta etapa es que va preparando al sujeto para el desenlace. Si bien se puede actuar desde lo psicológico en esta etapa, el “crack” del momento del fallecimiento es inevitable.
  2. Tristeza por la pérdida y pena ante la muerte del ser querido aparece, en esta etapa, caracterizada por la negación maníaca; cambios del estado de ánimo; aturdimiento. En los hombres es muy frecuente, en nuestro medio, que no lloren ni exterioricen  sus emociones porque entre los latinos, “el macho”, no puede llorar ni mostrar dolor sobreviniendo, a posteriori, depresiones tramposas que se manifiestan por hostilidad y enojo  en lugar de tristeza
  3. Duelo propiamente dicho: sensación de impotencia, se echa de menos al fallecido, se lo extraña, hay rasgos de melancolía y tristeza. Esta etapa no debe ser medicada ni medicalizada, solamente se acompaña.
  4. Aceptación: aparece el consuelo, aunque permanece el desaparecido en el recuerdo, la lesión emocional va cicatrizando, el doliente comienza a “despegar” y aunque su vida jamás volverá a ser la misma, busca nuevos horizontes y nuevas fuentes  de apego. (Pintura, danza, literatura, nuevas amistades, y nuevas oportunidades para vivir)

Esto que acabamos de describir son las atapas de un duelo normal, cuya duración se puede extender a un años o un año y medio y aún más. No hay límites precisos.

También existen los “duelos patológicos” -que se prolongan mucho en el tiempo-, donde la persona queda anclada  en  la  tercer etapa.

En los casos de duelos anormales lejos de ir disminuyendo el dolor y los síntomas de la tercer etapa, se van intensificando, hablan de que “quieren irse con el fallecido” de intentar matarse, presentan desaseo anorexia  y se manifiestan indiferentes.

En estos casos, el doliente, ya no está  haciendo un duelo, sino que se puede presumir que se deprimió ante la pérdida objetal.  Esta situación sí debe tratarse porque significa una severa perturbación en la mente del anciano.

En estos casos propongo logoterapia para descubrir el sentido de la vida, y también, el del dolor y de la muerte.

La muerte de uno mismo, la propia , es un tema que puede comenzar a preocupar desde edades tempranas de la vida según los acontecimientos que se hayan ido dando en la familia de origen.

El miedo a la propia muerte, y a la de los seres que se ama en cierto grado, debe ser considerado normal. Cuando este temor paraliza, entramos en el terreno de la patología.

En las personas no religiosas, la muerte, sería extinción de uno mismo como personal, el final de la vida, asociado al olvido por parte de los demás. Es algo muy difícil de sobrellevar si no se piensa en que existe otra dimensión. Me pregunto si esa no es la causa del aumento de religiosidad en los ancianos.

Cuando la persona se siente enferma -o realmente lo está-, y además pierde por fallecimiento a sus seres queridos, pensar en su propia muerte es inevitable.

El afrontamiento de la posibilidad de la propia muerte dependerá del acercamiento que cada uno tenga a Dios, a la filosofía, sea laica o religiosa.

Cuando estamos frente a un anciano con enfermedad terminal seguro va a sentir las “fases de agonía” que describe Kuber/Ross.

  1. Negación: “mi diagnóstico está errado”, “no puede ser lo que está pasando”. “Los resultados de mis estudios son de otra persona”.
  2. Ira:  “¿por qué  a mí?”, “¿quién es responsable de lo que me pasa?.
  3. Pacto: en general con Dios o con su circunstancia; promesas que se hacen para lograr curación.
  4. Depresión: Tristeza, abatimiento, dolor espiritual por tener que afrontar su situación y la disminución de su vitalidad.
  5. Aceptación y paz interior, retraimiento.

El anciano tiene idea de su propia finitud. En forma consciente, o inconsciente, tiene la certeza que sus tiempos se acortan.

Podemos decir que la vida es una corriente que jamás retrocede, y como un río, inevitablemente  desembocará en el mar de la muerte. .(Adela B. Kohan).

Chamfort (1741/1794) dijo: “Las pasiones hacen vivir al hombre, la prudencia se limita hacerlo durar”.

En base a ésta frase propongo vivir plenamente, con  pasión y sólo con un toque de prudencia, en paz con uno mismo, y en armonía con el mundo.

 

 

Bibliografía:
-Fillenbaum,GO :The well being of the elderly; Aprpoaches to multiddimentionsional assesment. Geveva .Who-publicaciones en offset Numero 84 . 2012
-Heschel AJ; dios en busca del hombre" Ed Seminario Rabínico Latinoamericano Buenos Aires 1984
- Kalis ,R A :"Death in a social context"  Handbook of aging and the social sciences. Neww York VNRC 1976
-Kubler_Ross E"Les deniers instants de la vie" París. Labor et Fides. 1975
-Lehr,U; "Psicología de la senectid". Barcelona Herder.  1980
-Rubio R. "El problema de la muerte en tercera edad desde la perspectiva psicológica"Rev de Psic Gral. y Aplicada. . 1981
-San Martin H P V; "Epidemiologia de la vejez" Madrid. Interamericana. 2010.
-Guberman m y otro. "diccionario de logoterapia" Grupo editorial lumen. Hvmanitas. Bs As. Méjico.2005
-Talice RV; " Vejentud humano tesoro"Ediciones Master LTDA Montevideo, Uruguay.1979