"Se debe fomentar el pensamiento positivo sin dejar que factores como la ansiedad, la depresión o el miedo irracional interfieran en el quehacer cotidiano de los adultos mayores, el envejecimiento no tiene por qué ser estresante"
“Las Personas Mayores son la memoria de un pueblo y maestros de la vida. Cuando una sociedad no cuida a sus ancianos niega sus propias raíces y simplemente sucumbe”
Escuela de Ciencias del Envejecimiento
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El llegar a una determinada edad no significa un obstáculo para que sigan realizando las actividades a las que estaban acostumbrados cuando eran más jóvenes. Obviamente la edad puede impedir algún tipo de actividad que, dada su naturaleza, no la podrán realizar como cuando tenían treinta o cuarenta años pero nadie les puede negar el derecho de transitar por un envejecimiento saludable y con buena calidad de vida.
Ciertamente, para envejecer con salud, es necesario recordar la importancia de alimentarse con productos sanos y variados. La ingesta de verduras y fruta fresca, así como huevos, lácteos, carnes o pescado, y la moderación en el consumo de sal y dulces permitirán una alimentación equilibrada y sana lo que proporcionará un tránsito por la vejez con mayor calidad de vida.
Un tema bastante recurrente y, al parecer, tabú para el adulto mayor, es la sexualidad. Es imprescindible que entiendan y acepten su derecho a tener una vida sexual sana y activa. Envejecer no implica necesariamente la disminución del deseo sexual o perder el derecho a tener momentos y espacios de intimidad con la pareja para disfrutar a pleno de los placeres de la sexualidad.
Otra actividad importante para las personas mayores es el ejercicio físico. Los beneficios que comportan las actividades físicas moderadas son la reducción del riesgo a contraer enfermedades crónicas así como la mejora del ritmo cardiaco que reducirán la posibilidad de accidentes coronaros o cardiovasculares. Muchas son las virtudes que acompañan al ejercicio físico habitual sin embargo, como medida preventiva, es aconsejable consultar con el médico antes de iniciar cualquier actividad de este tipo. La tutela médica en las actividades físicas, como forma precautoria, es tan fundamental como necesaria, ello sin descuidar, además, la salud mental.
El estar en actividad permanente, sentirse útil, tener una vida social satisfactoria, la interacción de experiencias con otras personas sin importar su edad, contribuirán positivamente a mantener alta la autoestima de los adultos mayores y su estado de ánimo.
Transitar por la vejez con alegría y salud es un derecho inalienable de todo ser humano; cuidarse y respetarse a sí mismo es parte de sus obligaciones por lo que, llegados a determinada edad, es muy aconsejable hacer costado a malos hábitos como podrían ser el consumo de tabaco y alcohol.
Se debe fomentar el pensamiento positivo sin dejar que factores como la ansiedad, la depresión o el miedo irracional interfieran en el quehacer cotidiano de los adultos mayores
El envejecimiento no tiene por qué ser estresante
El estrés, en cualquiera de las etapas de la vida, es susceptible de afectar a la salud en general y mental, en particular, de quien lo padece. Los cambios sociales bruscos o los biológicos propios del envejecimiento que impliquen sobre esfuerzos pueden afectar psicológicamente y ocasionar episodios de estrés que necesiten del consejo y la atención de los especialistas en la materia.
Entre los adultos mayores los acontecimientos que pueden causar estrés están: la jubilación, el síndrome del “nido vacío”, la pérdida de algunas capacidades sensoriales, la muerte de un cónyuge o de los coetáneos, la pérdida de interés por las cosas, y otras más. Obviamente, la reacción ante dichos sucesos depende de cada individuo y de su carácter y personalidad.
Es evidente que, como reconocen la mayoría de los psicólogos clínicos, el enfrentamiento al estrés y su prevención en los adultos mayores requieren de la disposición del individuo para implicarse en el desarrollo de un proyecto de vida, para mantenerse activo y desarrollar un sistema de actividades que le posibiliten mejorar su bienestar y calidad de vida.
'La ausencia de un proyecto de vida adecuadamente estructurado, la pérdida de contactos sociales, un bajo nivel de actividad física y la falta de motivación para desarrollar nuevos intereses, resultan factores de riesgo a controlar y evitar', afirman los especialistas.
El envejecimiento, en sí mismo, ni tiene por qué ser depresivo ni estresante. Se puede vivir con plenitud de facultades a través de una dieta equilibrada y una actividad física de acuerdo a la edad sin olvidarse en ningún momento de las actividades de ocio y recreativas.
La prevención y el cuidado de la salud es algo fundamental a lo largo de la vida, otra cosa es la posibilidad de contraer algunas enfermedades lo que, eventualmente, sería más dificultoso de auto controlar y, para ello, está la medicina y sus especialistas.